Los aperitivos suelen ir de la mano con la creencia de que suponen un aporte extra de calorías y grasas, pero no tiene por qué ser así. Se pueden disfrutar de aperitivos fáciles sin “engordar”. A continuación te recomendamos algunos aperitivos con los que se puede pecar sin arrepentirse y sin romper la dieta.
Endivias con fino queso fresco o de Burgos con anchoa.
Rollitos de jamón York con espárragos blancos. Opción sana y de lo más jugosa. Córtalo en trocitos pequeños para que se puedan comer de una vez.
Tostada de pan integral con salmón ahumado con queso cremoso o jamón serrano con tomate natural (quitando la grasa).
Frutas de temporada con zumo. Sin añadir azúcar.
Uvas pasas, orejones (albaricoque) o dátiles pueden ser el sustituto perfecto a cualquier golosina ya que tienen sabor dulce, pocas calorías y aporta otros nutrientes.
Humus con crudités (verdura fresca tipo puerros confitados y zanahorias, calabacín, etc. cortadas en bastones para mojar en humus).
Onzas de chocolate, cuanto más puro mejor. Tienen más calorías los añadidos que el propio cacao.
Almendras tostadas al horno con una rama de romero. Te darán energía y nada de colesterol.
Picar entre horas o antes de comidas ya no es un problema y respetando una dieta sana y variada, la figura estará a salvo. Lo importante es comer cada 3-4 horas para no llegar con el estómago vacío a las comidas principales.