En el negocio de los restaurantes, la carta o el menú es la clave para atraer a tus clientes y hacer que vuelvan a pedir el mismo plato o a probar otros nuevos.
La carta de un restaurante es el corazón y el alma de tu negocio.
El menú combina tu concepto, tu decoración, tu ubicación y tus ofertas de comida en una sola pieza. Esta pieza, es también uno de tus vehículos de venta más efectivos. Utilizado correctamente sirve para guiar a los comensales para que elijan los artículos que desean pedir.
Tu carta puede tener muchas categorías. y éstas pueden ser divididas en cuatro áreas distintas en términos de marketing según el tipo de plato. A esto se le conoce como "Menu Engineering":
La clave de todo esto es conseguir dirigir tus clientes hacia las estrellas y los puzzles.
Según Charles Spence, un psicólogo de la Universidad de Oxford, si se le da a un plato una etiqueta étnica, como un nombre italiano, la gente encontrará la comida más auténtica y evocadora. Llamar a su plato de pasta "Fideos de Florencia de la abuela Bella" tiene más impacto que los espaguetis y las albóndigas.
Los artículos descriptivos harán que tus clientes regresen. Aunque sólo sean espaguetis y albóndigas, los comensales pensarán que sólo pueden conseguirlos en tu restaurante, y que volverán una y otra vez.
Una investigación de la Universidad de Cornell descubrió que el uso de etiquetas descriptivas para los productos del menú aumenta las ventas de alimentos y mejora la actitud de tus clientes hacia la comida y el restaurante.
Otro estudio, muestra que el uso de etiquetas descriptivas en los menús puede aumentar las ventas hasta en un 25%, en comparación con los alimentos sin que el texto sea intrigante.
El uso de texto "bordado" aporta la experiencia sensorial definitiva tu menú, haciendo que tu comensal tenga más probabilidades de quedar satisfecho al final de la comida. Cuantos más adjetivos, mejor estarás.
Por ejemplo, considera este texto de ingeniería, para las "croquetas de jamón ibérico hechas a mano con una cremosa bechamel según la receta de la Mama".
¿A que suena mejor que croquetas de jamón?
La organización de tu menú es un factor clave de guía. Hace que tu menú sea más accesible y anima a los clientes a hacer sus pedidos.
Para empezar, deberías limitar la cantidad de artículos en cada categoría a 6-10 considerando el tipo de restaurante.
La mayoría de los restaurantes agrupan sus productos bajo epígrafes como carne de res, pollo, pasta, mariscos, aperitivos, postres, etc. Años de pruebas han demostrado que es más probable que los comensales pidan el primer artículo en uno de estos encabezados.
Por ejemplo, si las croquetas es tu primer artículo dentro de la sección de "entrantes", éste es el que más probablemente se pedirá.
Coloca tus platos más rentables en la posición de liderazgo (piensa "primero en la exposición") y por ello deberías aplicar el "Triángulo Dorado".
El Triángulo Dorado es el área de la carta que los usuarios leen primero, por ello debes de colocar allí los productos estrella y puzzles.
Las imágenes (no sólo las imágenes de los alimentos) pueden mejorar un menú.
Dibuja una línea alrededor del artículo de menú y su descripción, y los comensales lo ordenarán.
Si deseas promover algo, sepáralo del resto del menú. Otra forma de hacerlo es con fotos. Aunque puedes utilizarlos en todo el menú, el uso de los mismos guía a los comensales hacia los artículos que deseas que compren.
Si tienes es un negocio hostelero de gama alta, y temes que esto pueda parecer de mal gusto, considera una fuente de colores o especial. Incluso un subrayado o cursiva puede funcionar.
No pases por alto el acuerdo del paquete, o la mejora psicológica. Convence a tus comensales de que pidan algo más que un plato principal envasando su ensalada o aperitivo con su plato principal y añadiendo una bebida o postre.
Otra opción de empaquetado, es el menú fijo. Esto elimina la responsabilidad, a veces abrumadora, de elegir qué comer. Si limitas la selección del comensal ofreciéndole un paquete, a menudo pedirán este artículo más caro para evitar tener que hacer una elección.
Un consejo que recomiendan algunos expertos en restauración, es no usar signos de euros porque estos le recuerdan a tus comensales que están gastando dinero. Parece una obviedad, pero la psicología influye mucho.
Usa números simples o deletrea la cantidad, y psicológicamente tus comensales "pensarán" que están gastando menos.
Hay estudios que demuestran que cuando se les da un menú sin el símbolo del euro, la mayoría de los comensales gastarán más dinero.
Eso sí, recuerda siempre que debes de poner los precios reales de los productos que vendas.
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