Si hay algo que todos apreciamos más y recordamos varios años después es la sensación de ser bienvenidos en la casa de alguien.
Tanto si se trata de conocer a una familia por primera vez, como de reunirse con un par de amigos para cenar en casa, la sensación de hogar es algo que todos nosotros, como seres humanos, apreciamos.
Hacer que alguien te sientas bienvenido en una casa no tiene por qué ser caro ni requerir mucho tiempo. El objetivo es añadir pequeños toques que hagan saber a tus invitados que te preocupas por ellos.
Acompáñanos en la guía para recibir a un invitado en tu casa.
1.- Invita a personas que te gusten y en las que confíes
No te molestes en invitar a personas si no te atraen o no tienes intención de estrechar lazos con ellas.
Elegir buenos invitados puede permitirte ser un mejor anfitrión. Ten en cuenta también lo bien que se llevarán los invitados entre sí. Intenta no invitar a personas que sepas que no van a congeniar bien o que tengan un historial de enfrentamientos.
2.- Proporciona la información básica.
Envíe siempre un correo electrónico, un whatsapp o mensaje de texto con su dirección, número de teléfono e información sobre el transporte antes de que llegue tu invitado. Así podrá encontrar el camino a tu casa sin perderse.
Además debes de especificar una hora de quedada.
Es importante saber cuándo esperar a tus invitados. Asegúrate de avisarles con suficiente antelación: al menos una semana, e incluso más si la ocasión es muy importante. Asume que ellos también tendrán que trabajar con sus propios horarios.
No les digas que vengan "en algún momento" si realmente quieres que vengan. Diles específicamente cuándo tienen que venir para que parezca más bien una invitación. También está bien un margen de tiempo, pero no debería ser más de unas pocas horas.
Si tus invitados llegan tarde, intenta que se sientan bienvenidos. No te enfades durante el resto de la velada, o puedes agravar el problema. Sigue riendo e ignora el hecho de que han llegado tarde.
Avisar a tus invitados con antelación es sólo una cuestión de cortesía. Si saben lo que les espera, les resultará mucho más fácil planificar sus horarios.
3. Sé tú mismo.
Los invitados no esperan una casa perfectamente inmaculada, están en tu casa para entablar amistades y pasar un rato divertido. Así que no te presiones ni te estreses demasiado.
4. Deja que tus invitados sean ellos mismos.
Habla en serio cuando dices "siéntete como en casa". Eso sí, dentro de lo razonable: no permitas que personas manipuladoras te traten como un felpudo, y hay que seguir las normas básicas de la casa.
5. No te compliques.
Limita la lista de invitados a lo que te resulte cómodo.
Escoge una mesa neutra que permita resaltar el colorido de las flores del centro de mesa.
Si tienes centros de mesa con flores, la norma es que sean lo suficientemente bajos como para que los invitados puedan hablar por encima de ellos. No querrás que tus invitados tengan que estirar el cuello para poder conversar.
Consejo para espacios pequeños: si no tienes una mesa lo suficientemente grande como para celebrar una gran reunión, trae una mesa plegable para la noche y cúbrela con un elegante mantel.
6. Música.
La música es una de las formas más fáciles de crear un ambiente para tu cena.
Ten en cuenta que si bien la música de fondo evita silencios incómodos durante la comida, el volumen debe ser lo suficientemente bajo como para que no interfiera en la conversación.
Puedes optar por utilizar alguna plataforma de pago de streaming o la radio si no dispones de ninguna.
7. Cena
Asegúrate de haber preguntado con antelación a todos tus invitados si tienen alguna alergia alimentaria o restricciones dietéticas.
No querrás que nadie se quede con hambre o se sienta incómodo rechazando la comida. Prepara platos que hayas hecho antes.
El día de la cena no es el momento de experimentar con una receta elaborada de Karlos Arguiñano, quizás será mejor haber comprado croquetas a domicilio.
Tus invitados apreciarán una comida sencilla y casera tanto como algo más gourmet.
8. El postre.
El postre es la mejor manera de garantizar que la noche de todos termine con una nota dulce. También es bueno ofrecer café, infusiones o algún licor con el postre.
9. Relajarse y divertirse.
Organizar una cena debe ser agradable también para el anfitrión. Una vez que los invitados hayan llegado, relájate y disfruta con ellos.
Resígnate al hecho de que los platos se pueden lavar a la mañana siguiente.
Esta noche, disfruta de la buena compañía, el ambiente encantador y la deliciosa comida en la que has invertido tanto trabajo. O bien, acepta la oferta de un invitado para lavar. Los huéspedes agradecidos están realmente contentos de ayudar.