En nuestro ring imaginario, combatirán esta tarde, por un lado, las croquetas y, por otro, las croquetas ultracongeladas. ¿Quien se llevará el gato, o la croqueta, al agua?
No hay nada que dé más rabia, no sé si estaréis con nosotros, u os ha pasado alguna vez, que pedís en un bar una tapa de croquetas, supuestamente, artesanales, y artesanas son porque es lo que pone en el paquete. ''Croquetas artesanas" reza en una tipografía sencilla cubriendo toda la bolsa. Croquetas gourmet artesanas son.
Claro, claro. Pues no hay nada más lejos de la calidad y el estilo gourmet que desde aquí profesamos que el de servir un plato de croquetas congeladas. Vamos a tomar como ejemplo las típicas croquetas de jamón congeladas.
¿Qué hay de jamón, qué hay de croquetas? Veamos.
En un estudio realizado por una importante cadena de supermercados, se analizaron las más importantes marcas de croquetas que se pueden adquirir, revelando que el contenido en jamón oscilaba entre el 0% (sólo aroma de jamón, no sé, acercarían a un cochino a la croqueta a que le soplase encima) y el 22% fue el porcentaje más alto de jamón que se encontró en una determinada marca de croquetas congeladas.
Las croquetas de jamón de origen industrial se componen de agua, leche, fécula (para espesar), pan rallado, jamón (o el aroma de éste), aceite que no suele ser nunca de oliva, grasas vegetales, sal y aromas, de nuevo.
El aditivo más común de este tipo de croquetas es el glutamato, que solo sirve para convertir la croqueta congelada en un puñado de falsas croquetas ricas, es un potenciador del sabor que no sirve más que para engañar al paladar y no aportar nada al cuerpo.
¿No es mejor comprar directamente en nuestra tienda online de croquetas, pero artesanas de verdad, que adquirir una bolsa de croquetas congeladas que no aportan demasiado?
También puedes ojear algunas de las mejores recetas de croquetas caseras elaboradas por famosos cocineros de la televisión en nuestro blog.