Sí, se pueden congelar croquetas rebozadas y fritas. No todo el mundo es tan amante de la cocina como para hacer croquetas de forma continua y por ello aprovechamos ese momento de ‘inspiración’ para que nos sirva por partida doble... o triple.
Lo más importante a la hora de congelar croquetas ya rebozadas y fritas es esperar a que se enfríen, y quitarles el aceite colocándolas sobre un papel absorbente. Las croquetas deben estar bien fritas (no quemadas) para que una vez descongeladas el sabor original se pueda apreciarse en su máxima expresión.
Un consejo a la hora de congelarlas, es no ponerlas muy juntas unas de otras, para que de esta forma no se peguen.
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Una croqueta bien congelada debe estar tan dura como una piedra. Si no es así es mejor desecharlas para evitar problemas.
Debemos elegir la cantidad de croquetas que vamos a consumir y si sobran, volver a introducirlas en el congelador en un recipiente apto para tal fin.
Este proceso debe durar poco minutos para que no se rompa la cadena del frío.
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