Descubre la mejor receta casera para hacer unas croquetas de pollo. Además te contearemos muchas curiosidades sobre el pollo.
En España, durante la década de los 60, el pollo era un producto de lujo no apto para todos los bolsillos y en la actualidad estamos hablando de que es la carne más consumida del país. ¿Curioso verdad?
En los años 50, el pollo se compraba para momentos especiales como las Navidades o eventos especiales que requerían de una celebración, puesto que su coste era elevado. De hecho, la gente criaba a los pollos en los patios de sus casas.
¿Pero cuánto tardaba en engordar ese pollo? Pues la verdad es que mucho. Ahora mismo digamos que la mayoría de los pollos son manipulados para engordarlos a la mayor brevedad posible y poder obtener más carne de ellos.
El gran boom de consumo en España de este tipo de carne, llegó gracias al sistema avícola estadounidense que se implantó en toda Europa, y que en nuestro país tuvo muchísimo éxito debido a la debilidad de la ganadería y a las políticas intervencionistas del gobierno de Franco.
Se construyeron granjas agrícolas en 1960, en las cuales había todo tipo de mecanismos tecnológicos que favorecían la producción de este producto: laboratorios, salas de crianza, túneles de congelación mataderos, etc. Con todo esto, se producían 10.000 aves al día.
Comer pollo se consideraba un símbolo de abundancia y lujo, en concreto el pollo asado era el plato por excelencia. Pero no siempre fue así, a finales de la década de los 60, el pollo se convirtió en alimento de comida familiar de los domingos principalmente.
A partir ya de los 70 en adelante, comenzó a adquirirse con asiduidad en los mercados, y la gente empezó a hacer croquetas de pollo con las sobras del pollo, puesto que no se quería desperdiciar nada de este alimento considerado anteriormente como de lujo.
Para poder seguir una receta de croquetas de pollo caseras en nuestra casa, deberemos de disponer de los siguientes ingredientes:
Ingredientes para croquetas de pollo |
- 1/2 l. de leche entera de vaca. |
- 1 cucharada de mantequilla. |
- Aceite. |
- Sal y pimienta (al gusto) |
- 100 gr. de harina. |
- 2 huevos. |
- 200 ml de caldo de pollo |
- 250 gr. de pollo hervido (desmigado) |
- 1 cebolla |
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Ah y si te gustan las croquetas plant-based (100% vegetales), también estás de suerte.
Lo primero que debemos de hacer es poner en una cazuela aceite caliente, la mantequilla y cuando esta se halla derretido, añadimos la cebolla picada en trozos pequeños, para que estos se doren un poco a fuego lento. Antes de añadir el pollo, lo sazonamos al gusto con sal y pimienta y lo añadimos a la cazuela para rehogarlo durante 1 minuto.
El siguiente paso será cocinar la harina para poder formar una masa de color amarillento llamada "roux" en la cual se irán integrando los ingredientes, mientras removemos sin parar para evitar que esta se queme (3 minutos).
Una vez hecha la roux, añadimos poco a poco leche sin parar de remover y después hay que verter el caldo de pollo en la cazuela (todo esto siempre sin dejar de remover). Finalmente veremos que se nos forma una masa sólida, cuyo nombre todos conocemos como bechamel, la cual sabremos que está perfecta cuando esta se despegue fácilmente de los laterales de la cazuela o sartén que estemos utilizando.
Ahora con nuestra bechamel terminada, tendremos que pasarla a una fuente amplia, y dejarla enfriar (primero al natural y cuando no esté caliente la metes en la nevera durante 6 horas). Es importante tapar la masa con papel film o similar cuando las metáis en el frigorífico. El objetivo es poder enfriar la masa para manipularla con facilidad.
Para rebozar las croquetas tendremos que tener los huevos batidos en un bol o plato hondo, la harina en un plato llano y el pan rallado en otro. Ahora tendríamos que decidir con qué utensilios hacer las croquetas, para darles forma (las manos, molde, croquetera, etc). Una vez formada la croqueta, la pasamos por huevo batido y acto seguido por pan rallado (si queréis una fritura crujiente de la corteza, podéis repetir la operación otra vez más).
En una sartén, calentamos abundante aceite a 180ºC y freímos las croquetas. Una vez fritas, las sacamos y las reservamos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite que pudieran tener.
Ahora deberías de pensar en cómo presentar las croquetas en casa, y si te apetece mejorar la receta de alguna forma original, no te pierdas las mejores salsas para acompañar a unas buenas croquetas caseras.
Normalmente, como en todas las croquetas, es importante seleccionar bien las materias primas para poder conseguir cocinar un producto de máxima calidad y que esté sabroso.
Para elaborar unas croquetas de pollo, deberías acudir a alguna carnicería buena o algún lugar donde se reúnan puestos de comida con productos frescos.
Lo ideal es aprovechar la comida al máximo por lo que puedes seleccionar un pollo grande, para hacer un pollo asado y con lo que sobre hacer unas ricas croquetas caseras de pollo.
Una de las carnes frescas más consumidas y demandadas en el mundo entero es la carne de pollo.
De hecho, en los últimos años en España se han consumido los siguientes kilos de pollo (la cifra está en millones de kilogramos):
Básicamente se debe a dos factores claramente diferenciados:
Dentro de las carnes de ave existen muchas variedades distintas, y en concreto dentro del pollo, podemos encontrar los siguientes tipos de pollo dependiendo de su especie:
Por otro lado, puede que te apetezca más pedir unas croquetas a domicilio porque no quieras cocinar.
Respecto a lo que engorda una croqueta de pollo de 25 gramos, podemos decir que contiene unas 45-65 calorías.